jueves, 9 de diciembre de 2010

Somos lo que hay

Somos lo que hay (2010) es una de esas cintas que uno no se puede explicar como encontraron financiamiento y producción. Una interesante premisa (una familia de canibales tiene que sobrevivir después de que muere el padre, su proveedor) se va al bote de la basura con un filme en el que todo está mal: las actuaciones, la dirección, la música, la fotografía y, sobre todo, el guión, risible de principio a fin. Mejor, dicho, y para ser más justos, no de principio a fin... sólo como desde el minuto 20 hasta el patético desenlace.

Mientras veía esta cinta -en los momentos que no me reía-, pensé que parecía el trabajo final de una clase de producción, pero de preparatoria. En ese caso podría ser muy buena, pero cuando le pides a la gente que pague para ver esto, es como mentarles la madre. Inexplicable su programación en nuestra catedralita del cine, aunque seguramente no le durará mucho el gusto.

Sin embargo, tampoco me amargó ni fue una mala experiencia, sino todo lo contrario, me reí mucho ante tanto sinsentido y ridículo. La secuencia "climática" es de antología, para enmarcarla dentro del mejor humor involuntario en toda la historia del séptimo arte. Si la ven por accidente, no se ofendan y mejor ríanse, es tan mala que es divertida.

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