domingo, 19 de diciembre de 2010

Megamente

Es una película smipaticona, suficientemente entretenida pero pobremente escrita. Con buenos chistes de vez en cuando. Sin embargo, cintas como las de Brad Bird (The Incredibles y Ratatouille) o Cómo entrenar a tu dragón (2010) han demostrado que se necesita algo más inteligente y desarrollado. Desgraciadamente, las cintas animadas infantiles (en todo el sentido de la palabra) casi nunca generan pérdidas, por eso siguen reproduciéndose como plaga.

Eso sí, se ve increíble; el trabajo de animación es buenísimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario