Sherlock Holmes, por Guy Ritchie

Qué mejor manera de comenzar el año que yendo al cine. Y qué mejor manera de hacerlo que viendo una película como Sherlock Holmes, de Guy Ritchie.

Encuentro muchos puntos sobresalientes respecto a esta cinta. En primera quiero destacar que si hace tres años nos hubieran dicho que Guy Ritchie haría una película sobre el detective número uno del mundo interpretado por Robert Downey Jr. y Jude Law como el Dr. Watson, muchos nos habríamos muerto de indignación. Sin embargo, el tiempo y la vida han dado muchas vueltas y hoy por hoy Downey Jr. es uno de los pocos actores que por sí solos pueden llevar gente a las salas (a su nivel sólo puedo pensar en Will Smith y Johnny Depp); Ritchie ha regresado a hacer buen cine desde Rockanrolla (2008), lo cual muchos atribuimos a que dejó a la bruja chupavidas con la que estaba. Jude Law, por su parte, llevaba ya algunos años perdido en el limbo gracias a la sobreexposición que tuvo, y despúes por vergonzosos escándalos de nota rosa. Sin embargo, aquí deja atrás su imagen de niño bonito y nos entrega a un Dr. Watson entrañable, sin miedo a la rudeza, pero que nunca pierde la elegancia.

En segundo lugar, Sherlock Holmes, como Avatar, no escapa de muchos clichés cinematográficos (de hecho, ¡está repleto de ellos!), y sin embargo esto no llega a perjudicar el entretenimiento, aunque algunos momentos resulten escandalosamente predecibles.

Como fan de Sherlock Holmes, esta película es un disfrute total. Tengo entendido que muchos han manifestado su descontento por tener a una pareja de acción, lo cual no hace más que evidenciar su desconocimiento del personaje: Sherlock y Watson siempre han sido hombres de acción, de batallas cuerpo a cuerpo combinadas con la actividad detectivesca. En esta película se presentan todas las características de Holmes: el violín, la pipa, la meditación, los disfraces, y la atención en todos los detalles. Ritchie introduce estos elementos de manera natural para los iniciados y así los fans nos evitamos aburridas y tediosas explicaciones. También es de agradecerse la inteligente inclusión de Irene Adler -encarnada por la preciosa Rachel McAdams - y del inspector Lestrade. También me encantó que la trama sea un homenaje a la afición personal de Sir Arthur Conan Doyle hacia el ocultismo y el esoterismo, o al menos así lo considero yo, de otra manera sería una casualidad muy grande e improbable. El final -fantástico- es otro guiño de ojo para los fans, y una copia exacta de Batman Begins (2005), lo cual lo digo obviamente como un halago.

Reiterando, Guy Ritchie nos introduce de inmediato en la historia y en la acción para que quede claro que este es un Sherlock Holmes distinto al creado por ilustradores de la época y cineastas del siglo XX; este es un detective que en muchos aspectos es más parecido al de los libros, aunque tampoco es exactamente el mismo. En lo personal, yo no recuerdo a un Holmes tan desprolijo ni tan bromista ni desenfadado, sino que es poco modesto respecto a su brillantez, más elegante excepto cuando tiene que entrar en acción; y su relación con Watson no es tan desenvuelta, por mucho que sean mejores amigos y colaboradores. Considero que Ritchie con estas características crea un equilibrio interesante al alejarse de clichés inventados por decenas de directores previos (¡¡gracias por no decir "Elemental, mi querido Watson"!!) , e impregnar la historia con un sello propio, aunque también pueda encontrar detractores justamente por la misma razón. En lo personal encuentro genial que acerque a un personaje como Holmes a las masas, pues es sin duda un héroe que hace palidecer a muchos que últimamente son adaptados a la pantalla grande sin razón, imaginación y, en muchos casos, sin éxito. Si encima de todo esto, logra que las personas se acerquen a la literatura de Conan Doyle, ese podría ser el mayor logro del director.

Para continuar hablando de un sello, Ritchie pone aquí de nuevo su edición vertiginosa, acción, personajes extravagantes, historias muy británicas y sentido del humor que lo han colocado como uno de los directores más respetados y queridos.

No puedo dejar de mencionar al siempre efectivo Hans Zimmer, que aquí entrega un extraordinario soundtrack que estoy seguro se convertirá en uno de los favoritos de los amantes de las bandas sonoras.

Empieza una nueva década de sagas cinematográficas, este año comienza el fin de Harry Potter, pero cintas como Avatar y Sherlock Holmes nos regalan muchas esperanzas para los que nos gusta el cine de aventuras y de masas, pero de calidad.

P.S. Por si no lo han hecho, ¡no dejen de leer las extraordinarias aventuras de Sherlock Holmes!. Pídanlas en su librería favorita.