domingo, 7 de noviembre de 2010

Harry Potter y El Príncipe Mestizo

Si ya con La Orden del Fénix (2007) el director David Yates comenzaba a preocupar a los fans de Harry Potter, con la siguiente parte, El Príncipe Mestizo (2009), confirma que no está a la altura de una saga tan importante y de calidad como la escrita por J.K. Rowling.

Y es que aquí se repiten una tras otra escenas con muy mal ritmo y, sobre todo, con una pésima dirección de actores. Y me refiero al talón de Aquiles de esta serie de películas, que es precisamente sus protagonistas. Emma Watson puede ser una hermosura, pero su cara y sonrisa se quedan solas sin una adecuada dirección, mientras que Daniel Radcliffe ya ha demostrado en la televisión británica que lo suyo es la comedia. Rupert Grint, por otra parte, vuelve a comerle el mandado a sus compañeros, y bien podría convertirse en un ícono de la comedia. Y sin embargo, los tres ya habían funcionado previamente, anteponiendose a sus limitaciones, incluso con Chris Columbus en las dos primeras partes, lo cual demuestra que el problema es Yates, quien estaría totalmente perdido de no ser por su fotógrafo.

Bruno Delbonnel es el encargado de la fotografía, haciendo su trabajo a la maravilla y dando las texturas e iluminaciones precisas para cada momento del filme. Para mayores referencias, el francés fotografió Amelie (2001), trabajo que recientemente fue calificado como la película mejor fotografiada entre 1998 y 2008 nada más y nada menos que por la revista The American Cinematographer, una de las más importantes en la industria.

El otro salvador del director es el equipo de efectos visuales, pues éstos son de nuevo espectaculares y siguen progresando cinta tras cinta. Toda la secuencia en que Harry y Dumbledore van en busca del primer horrorcrux es una maravilla junto a la fotografía de Delbonnel y la actuación de Michael Gambon.

Si algo tiene Yates es que es constante. En La Órden del Fénix mostró competencia para las secuencias de acción y aquí lo hace de nuevo. El problema para él es que el sexto libro del mago más popular del mundo no tiene demasiada en comparación con el resto de las entregas, es más un libro preparatorio para el final, y es por eso quizás que se inventa una escena en que la casa de los Weasley es destruida, y también recurren al quidditch para poner un poco de adrenalina a este filme.

El resto de la historia tiene los defectos ya mencionados, y por mucho que quise que me gustara viéndola por segunda vez, saltan tanto a la vista que es imposible ignorarlos.

Pensando de manera más optimista, las dos siguientes entregas son pura acción sin parar, así que ya no hay pretextos para que no nos entreguen dos películas al menos la mitad de buenas como lo es el gran final de Harry Potter. (¡Faltan sólo 10 días, yeeey!)

PS: Los extras en el DVD y BD son muy buenos, en especial un documental de 49 minutos sobre el último año en que J.K. Rowling escribió Las Reliquias de la Muerte (2007). Muy buen trabajo de producción en todos sus sentidos.
PS2: ¡Dénle click a la imagen y obtengan un fabuloso wallpaper de una de los mejores momentos de toda la saga!
PS3: ¡También a la otra!

2 comentarios:

  1. Concuerdo! David Yates no es el mejor director que ha pasado por la saga, y en vez de mejorar de una película a la siguiente, creo que empeoró...en fin ya nos quedamos con el, ni hablar...ojalá no estropee la última aunque con esa oportunidad que le dieron de tener 2 peliculas y el material tan rico, creo que es imposible...espero
    P.D. Mención especial a la tensión de la secuencia de la cueva, me encantó!

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  2. Sí. El séptimo libro es tan pero tan bueno que ni Yates puede arruinarlo!

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