domingo, 21 de noviembre de 2010

De hombres y de dioses, de Xavier Beauvois

Continuando con la 52 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, vi Des hommes et des dieux (2010), de Xavier Beauvois. O mejor dicho, intenté verla, porque me noqueó como un poderosísimo somnífero de épicas proporciones. Quizás fue la comida, o que dormí mal, pero el hecho de que mi compañía se haya dormido también habla mucho de lo que se proyectaba en la pantalla.

Bien es sabido que el ritmo del cine europeo es muy distinto a la edición rápida de Hollywood y de casi todo el cine occidental y comercial, pero Beauvois exagera al poner a monjes meditando en pleno silencio, y repetidamente cantando lo que popularmente se llaman cantos gregorianos, y que ignoro si sea el nombre correcto.

Fue una lástima, pues la trama daba -y tiene sus momentos-, de reflexiones interesantes sobre la fuerza de la vocación de los principios. Lástima que tantos momentos muertos, soporíferos y repetitivos den por resultado una cinta con tan mala narrativa.

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