sábado, 6 de marzo de 2010

El vacío y la desesperanza: Revolutionary Road


Sam Mendes debutó como director en 1999 con el clásico de clásicos American Beauty, escrita por mi ídolo Alan Ball, y diez años después, cerró otra década con otra obra maestra: Revolutionary Road.

Esta cinta representa todo un tour de force para el espectador, facilitado por las extraordinarias actuaciones de la magistral Kate Winslet y el espectacular Leonardo DiCaprio, sin duda dos de los mejores histriones de su generación.

En la historia, el envidiable matrimonio de April y Frank Wheeler parece destinado al fracaso hasta que ella, guíada por la insatisfacción del matrimonio, la vida en los suburbios estadounidenses de los cincuenta y la falta de algo más por lograr, propone que la pareja se vaya a vivir a París con sus dos hijos.

Esta decisión cambiará todo en sus vidas, desde la gente que los llama locos e irresponsables, hasta un personaje que sirve como la voz de todo lo que ellos callan: Michael Shannon en una actuación que le valió la nominación al Óscar como un enfermo mental con una honestidad brutal. Y aún así, a pesar de lo que opine el resto de la gente, April y Frank viven un sueño de libertad, de buscar lo que uno realmente quiere en la vida, de dejar su casa en Revolutionary Road para ir a la ciudad donde "la gente realmente está viva".

Como es su costumbre, Sam Mendes cuida hasta el más mínimo detalle. Su dirección parecería convencional en la forma, pero su meticulosidad y la belleza de sus encuadres hacen de cada uno de sus filmes algo digno de verse.

Creo que Revolutionary Road es un goce para cualquier cinéfilo. La profundidad de su historia y personajes es enriquecida por una gran producción de época con una combinación infalible: Mendes, Winslet y DiCaprio.



(Con esta entrada comienzo la categoría Pelis 2010 (Repetidas) que, como su nombre lo dice, van al conteo de cintas vistas en este año, pero que he visto de nuevo para profundizar en ellas. Casi todas las repetidas, obviamente, serán de mis favoritas, ni modo que vea dos veces algo que no me gustó, jeje. Y varias de ellas también formarán parte de lo que luego será mi conteo de las mejores cintas de la década. Además, esta entrada está dedicada a Óscar, quien nunca ha podido aceptar que Leonardo DiCaprio es un gran, gran actor)

1 comentario:

  1. Creo que Leonardo ya nos ha impresionado en varias ocasiones sin que la Academia se lo reconozca... quizá es porque fue etiquetado como niño bonito y así no hay actuación que valga... Aunque ya no esté tan joven.

    D.

    ResponderEliminar