En Le Notti di Cabiria (1957), Giuletta Masina nos entrega una de las actuaciones más espectaculares en la historia del cine como una prostituta romana que tiene que afrontar muchos obstáculos.En un principio chocante, Masina me fue ganando poco a poco gracias a su versatilidad, pues Cabiria puede pasar del patetismo a la alegría, de la esperanza a los deseos de morir, todo esto en una serie de episodios a los que se refiere el título.
Y es que por más que la vida se la ha hecho pasar "de todos colores", ella no pierde nunca la dignidad ni los sueños por conquistar una vida mejor.
Si bien es dirigida por uno de los genios más grandes de la cinematografía, es una cinta de manufactura sencilla, en gran parte debido a que un acercamiento a Masina es suficiente para decirlo todo, pues hace de Cabiria un personaje inolvidable para cualquiera que la haya conocido.
Mención aparte para la edición en DVD de Universal, la cual es realmente mala.
ResponderEliminarDesde la portada donde inexplicablemente ponen a una mujer que sale como 3 minutos en pantalla, hasta los subtítulos sin acentos y faltas de ortografía, pasando por una pésima edición de sonido donde muchas veces se pierde el lipsync.
Mal, ¡¡¡muy muy mal!!!