domingo, 14 de marzo de 2010

El Desinformante

Pocas veces los que traducen los títulos de las películas han dado en el clavo como en The Informant! (2009), que en México fue traducida como "El Desinformante". Asimismo, pocas veces el tagline es tan acertado: "Es in-cre-í-ble".

Y es que en verdad resulta increíble que esta historia sobre el alto ejecutivo de una empresa que se vuelve informante del FBI esté basada en hechos reales.

El siempre efectivo Matt Damon da vida a Mark Whitacre, un hombre que parece tener la información necesaria para sacar a su empresa de una crisis. Las consecuencias de revelar esta información se irán desarrollando en un efecto de bola de nieve en donde todas las personas relacionadas con Mark saldrán afectadas, puesto que nadie contaba con que Mark es un mitómano y quizás hasta un enfermo mental.

Es una historia tan surreal, que no había otra manera de retratarla más que como una farsa, un absurdo que me recordó a los hermanos Coen, pero en las manos de Steven Soderberg, quien vuelve a las historias de una persona especial que pondrá en jaque a todo un sistema, como ya lo había hecho con Erin Brokovich (2000).

Me gusta mucho más este Soderbergh sin aires de grandeza pero con un muy buen guión bajo el brazo y bien ejecutado. Y es que todos los intentos de grandilocuencia de este director han dejado bastante que desear. En esta ocasión, con un actor tan bueno como Matt Damon, fallar era casi imposible.

Entre lo más interesante destaca la manera en que nos adentramos a la mente, más no a la psique de nuestro protagonista, un hombre que no pareciera estar nunca en el momento, pero que después de todo nos sorprenderá por lo que ha sido capaz de lograr en sus etapas de lucidez. Y repito por tercera vez, que Matt Damon vuelve a brillar por su talento actoral al que nos ha malacostumbrado.

La música de Marvin Hamlisch juega un rol importante al enfatizar la extravagancia tanto del personaje principal como de las situaciones que provoca, no por nada fue la otra nominación al Globo de Oro de las dos que logró esta película, junto a la de Damon como Mejor Actor en una Comedia o Musical.

Buena cinta sin grandes pretensiones, pero honesta, sin ganas de apantallar como ya lo ha hecho antes el director, espero que él mismo haya visto que este es su camino, que nunca será de los grandes, pero sí puede ser de los más efectivos.

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