viernes, 18 de diciembre de 2009

A Christmas Carol


Hay que ser muy cínico, o falso, para decir que A Christmas Carol, en su versión 2009, no es una cinta destacable. En la nueva película de Robert Zemeckis, basada en el cuento de Charles Dickens, encontramos una adaptación que aprovecha de lleno el contar con una de las historias más populares de la humanidad. Nada más.

Aprovechar la tecnología disponible en nuestros tiempos no es un pecado, y aunque sí le falló a Zemeckis en su esfuerzo anterior, Beowulf, en esta ocasión el realismo visual es impresionante. Y el director lo sabe, por eso no escatima en close ups y extreme close ups de los personajes, para que podamos ver cada arruga, cada vello, cada imperfección y cada lunar.

A mí me resultó increíble ver a los personajes y reconocer a los actores y decir “ah, mira, ahí está Gary Oldman, ¡pero espera, no es Gary Oldman en realidad!”. Repito, no veo de malo este tipo de experimentos, es simplemente como maquillaje al extremo y además permite al director lograr escenas fantásticas.

En verdad, me resultó difícil cerrar la boca en esta película. Sobre todo en las secuencias donde se quiere recalcar lo fantástico, como en la visita del fantasma de Marley, y toda la magia involucrada con el fantasma de la Navidad presente. Pero no sólo eso, las calles de Londres, los hogares, las velas, las oficinas… el nivel de realismo de la ambientación ha alcanzado la perfección y el resultado visual en general está a años luz de lo que vimos en The Polar Express, y eso que esta última también se ve increíble.

Junto a The Polar Express, Zemeckis ha creado otro producto que podría convertirse en un clásico navideño, y no sólo por la temática, sino por la calidad (Navidad S.A. e incluso The Grinch son ejemplos de que una película navideña sin calidad está destinada al olvido). Como en Hollywood son muy dados a las trilogías, no me sorprendería que Zemeckis algún día de estos anuncie una tercera cinta navideña con esta tecnología.

Desgraciadamente vi esta cinta doblada, así que me perdí de su triple actuación, y me pregunto también si la original tendrá acento británico, estaría muy bueno que así fuera.

Este fin de semana veré, por fin, Avatar, pero hasta entonces, creo que podría decir que A Christmas Carol es la película con mejores efectos especiales que he visto en mi vida, un verdadero triunfo de la animación.

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