jueves, 26 de noviembre de 2009

Woody, el genio

Una vez me dijeron que malbarato el término "genio", pero no lo creo. He aquí mi lista de genios, ustedes dirán: Leonardo Da Vinci, John Lennon, Paul McCartney, John Williams, Bob Dylan, Freddie Mercury, Billy Joel y Woody Allen.

Y sí, Woody es un genio y no ha dejado de demostrarlo por casi cinco décadas. Esto lo ha hecho a través de sus filmes, pero en esta ocasión quiero referirme al libro Cuentos sin plumas, una antología de MaxiTusquets.

En esta colección que abarca catorce años de trabajo, podemos leer al mismo Allen que nos ha hecho reír en innumerables ocasiones. En textos tan hilarantes que incluyen la biografía del inventor del sandwich o cómo nació la Maniobra Heimlich, el autor vuelca todo su sentido del humor en estos textos que no sólo incluyen cuentos que bien pudieron haber terminado como premisa de una de sus películas, sino también ensayos/farsa, y obras de teatro sinsentido.

Resulta asombroso que, a pesar de hacer un promedio de una película al año desde los años sesenta, Woody además entregue esta obra literaria. Ya me imagino (y esto es cierto) el cajón donde guarda todas sus ideas anotadas en papelitos, para luego sacar uno y elaborar esas ideas para plasmarlas ya sea en la pantalla grande o por escrito.

Sin embargo, el sentido del humor de Allen tampoco es para digerirse en grandes bocados. Encontré pesado leer el libro de corrido porque el estilo del autor puede resultar monótono si uno no se da un descanso. Imaginen ver Bananas seguido de Take The Money And Run para luego continuar con Life & Death o Sleeper, resultaría desgastante y los chistes perderían rápidamente su gracia, por muy divertidos que sean en realidad. Lo mismo pasa con este libro, lo cual tiene una fácil solución, ya que intercalando la obra con otras lecturas, uno puede apreciar mejor cada texto en su individualidad.

Para los que no lo sepan, el humor de Allen ha encantado a millones por su absurdo salpicado de una intelectualidad dirigida a personas con un bagaje cultural amplio, aunque si uno no capta todas las referencias, después de cuentas podría resumirse como algo gracioso por la enormidad del absurdo. Porque yo como digo una cosa digo la otra.

Un extracto del libro, una crítica a un restaurante ficticio: "La pasta como expresión de la fécula neorrealista italiana es algo que Mario Spinelli, el chef de Casa Fabrizio, ha asimilado perfectamente. Sus fetuccini, irónicos y traviesos casi hasta la malicia, deben mucho a Barzino, cuyo empleo de los fetuccini como instrumento del cambio social todos conocemos. Las linguine, por otra parte, son del todo punto deliciosas y en absoluto didácticas. Ciertamente, poseen una acusada calidad marxista, pero la salsa logra dismilularla"

Ahora, ¿es eso genial o no?

4 comentarios:

  1. La primera película que vi de Woody fue "Todos dicen que te amo", que ha sido acusada de ser una de sus obras más pobres...

    Pero aún así me encantó y me pareció maravillosa, así que no dejé pasar más tiempo y fui a buscar su filmografía.

    Aunque no conozco el libro que reseñas, leí "Como acabar de una vez por todas con la cultura" y me gustó mucho.

    D.

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  2. aah, todos dicen que te amo es geniaaaaaaaal

    y este libro incluye los textos del que tú mencionas, es... ¿adivina qué? Genial

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  3. Yo también leí ese libro este año y me encantó!! Claro, la gente en el transporte público pensaba que estaba loca pero...anyway...

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  4. jejje, a mí obvio que me pasó lo mismo, y lo curioso es que en la misma contraportada se nos advierte mediante la cita de una crítica del Chicago Tribune, si no me equivoco

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