Arrested Development es la mejor comedia de la década pasada. Sin lugar a ninguna duda de ningún tipo.
Esta serie que sólo duró tres temporadas, junta lo mejor de las grandes comedias: puede ser realmente inteligente, con elaboradas tramas que en algún momento convergen para dar un resultado más hilarante; y también puede ser realmente estúpida y sinsentido; al final, lo que importa es que uno termina partiéndose de risa con esta historia de los Bluth, una familia rica que lo perdió todo, y del hijo que no tuvo más remedio que mantenerlos juntos.
Y vaya que le resulta difícil a Michael intentar controlar a su familia: la madre alcohólica, el padre prófugo de la justicia, el hermano con delirios de grandeza, el hermano cobarde, la hermana adicta a gastar el dinero que ya no tiene, el cuñado sin propósito claro en la vida, así como su hijo y sobrina que coquetean con el incesto. ¿Así o más delirante? Agréguenle a esto toda una gama de personajes secundarios realmente locos, y ya pueden darse una idea de porqué la crítica se enamoró de esta serie, mientras que creó un fanatismo de culto.
Sin embargo, su mayor atractivo resultó también su maldición. La sofisticación del show resultó demasiado inteligente para el estadounidense promedio, y desde su primera temporada tuvo niveles de audiencia bajísimos, los cuales no pudieron levantar en tres años, a pesar de que no dejaba de cosechar premios y críticas halagadoras en extremo.
Al final de la década, no hubo un solo medio especializado que no la incluyera entre lo mejor de los diez años. Es más, buscando una imagen para ilustrar esta entrada, me encontré con el blog de un fanático empedernido de Lost, de esos que analizan cada detalle de cada episodio, y que coloca a Arrested Development (2003-2006) como la mejor serie de la televisión... ¡con Lost en segundo lugar!
En definitiva, Arrested Development es una de esas series que puedes ver una y otra vez sin cansarte ni aburrirte, sino todo lo contrario, con cada revisión uno descubre cosas nuevas, chistes que quizás se pasaron por alto en la primera, o detalles en las actuaciones del que podría ser el mejor ensamble cómico en la historia de la televisión. Así de increíble es Arrested Development. ¡Larga vida a los Bluth!
Esta serie que sólo duró tres temporadas, junta lo mejor de las grandes comedias: puede ser realmente inteligente, con elaboradas tramas que en algún momento convergen para dar un resultado más hilarante; y también puede ser realmente estúpida y sinsentido; al final, lo que importa es que uno termina partiéndose de risa con esta historia de los Bluth, una familia rica que lo perdió todo, y del hijo que no tuvo más remedio que mantenerlos juntos.
Y vaya que le resulta difícil a Michael intentar controlar a su familia: la madre alcohólica, el padre prófugo de la justicia, el hermano con delirios de grandeza, el hermano cobarde, la hermana adicta a gastar el dinero que ya no tiene, el cuñado sin propósito claro en la vida, así como su hijo y sobrina que coquetean con el incesto. ¿Así o más delirante? Agréguenle a esto toda una gama de personajes secundarios realmente locos, y ya pueden darse una idea de porqué la crítica se enamoró de esta serie, mientras que creó un fanatismo de culto.
Sin embargo, su mayor atractivo resultó también su maldición. La sofisticación del show resultó demasiado inteligente para el estadounidense promedio, y desde su primera temporada tuvo niveles de audiencia bajísimos, los cuales no pudieron levantar en tres años, a pesar de que no dejaba de cosechar premios y críticas halagadoras en extremo.
Al final de la década, no hubo un solo medio especializado que no la incluyera entre lo mejor de los diez años. Es más, buscando una imagen para ilustrar esta entrada, me encontré con el blog de un fanático empedernido de Lost, de esos que analizan cada detalle de cada episodio, y que coloca a Arrested Development (2003-2006) como la mejor serie de la televisión... ¡con Lost en segundo lugar!
En definitiva, Arrested Development es una de esas series que puedes ver una y otra vez sin cansarte ni aburrirte, sino todo lo contrario, con cada revisión uno descubre cosas nuevas, chistes que quizás se pasaron por alto en la primera, o detalles en las actuaciones del que podría ser el mejor ensamble cómico en la historia de la televisión. Así de increíble es Arrested Development. ¡Larga vida a los Bluth!
Solo ví dos ó tres episodios, quizá debería de volver a verla para "agarrarle sabor"
ResponderEliminarSaludos!!