viernes, 6 de agosto de 2010

Star Wars, en concierto

Como se han dado cuenta, la regularidad de mis entradas se ha visto afectada últimamente. Pero como pronto causas de fuerza mayor me impedirán todavía más escribir seguido, intentaré ponerme al corriente y escribir sobre toooodo lo que he visto en estos días.

Empiezo por algo de hace tiempo-¡el 12 de junio!-, cuando acudí con mis amigos Óscar y Carlos al Auditorio Nacional a ver el espectáculo Star Wars: In concert.

Para quienes no lo sepan, John Williams es uno de mis ídolos absolutos, todo su cuerpo de trabajo me fascina, me emociona y me conmueve. Y la saga de Star Wars (1977 - 2005) no podía ser la excepción, pues podría tratarse de la obra más importante de este norteamericano multiganador de Óscares, Globos de Oro y Grammys.

Como ya había escrito en otra ocasión, todo comenzó en 1993 con el estreno de Jurassic Park. Tan sólo cuatro años después, George Lucas lanzó la edición especial de la trilogía original en el cine, acompañado por ediciones de lujo de las películas. Cada una de estas ediciones dobles tienen un librito de pasta dura, discos compactos serigrafiados como hologramas y, lo más importante, toda la música de las películas.

Pero quizás eso sea materia de otra entrada. Lo central aquí es que la experiencia llegó a México, sin el Maestro, pero con muchos otros atractivos. En primer lugar, había en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México una exposición de memorabilia original de la saga como utilería, vestuario, grandes paneles con escenarios emblemáticos de las películas para tomarse fotos, así como una hoja de la partitura original de Episode I: The Phantom Menace (1999), para mí, la joya de la corona en esta exposición.

Ya en el concierto, la Star Wars Orchestra interpretó con espectacular fidelidad todos y cada uno de los temas que interpretó, haciendo arreglos distintos solamente en "The Flight Parade", del Episodio I. Dividido en dos partes, el show encuentra un hilo conductor en la narración de Anthony Daniels, único actor que aparece en las seis cintas de la saga. De manera muy teatral y efectiva, Daniels cumple en su labor de maestro de ceremonias, con un par de momentos gracioso bien realizados.

Como ya mencioné, la ejecución es impecable, y sin embargo, se sentía un poco bajo el volumen, sobre todo teniendo en cuenta que las piezas donde pusieron diálogo de las películas, el nivel de éstos superaba a la propia música.

Otro detalle es que el show es relativamente corto, y la selección de piezas como el formato e incluso muchas imágenes proyectadas es prácticamente idéntico al DVD incluido en Episode III: Revenge of The Sith (2005), donde el narrador es Ian McDiarmid, quien interpreta al Emperador Palpatine.

Fuera de eso, se trata de un buen espéctaculo tanto para los fans como para los que simplemente amen la buena música. Y créanme, que la de John Williams es magistral.

2 comentarios:

  1. Que magnífica experiencia!

    Seguramente, si otras hubieran sido las circunstancias, me habría presentado allí con cierta compañía...

    Pero bueno, ni hablar.

    Suerte que fuiste! Gran reseña, llena de amor a la música.

    D.

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  2. De lo que me perdiii, pero habran otras oportunidades... bien sabes que lo unico que hubiera valido la pena (para mi) era el concierto, lo demas nou

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