domingo, 6 de junio de 2010

Ponyo

Por el bien de los dos, tengo que dejar de comparar todo lo que hace Miyazaki con El Viaje de Chihiro (2001), o todo dejará de gustarme.

Esta vez, con Ponyo (2008), no es tan difícil olvidarse de su obra maestra y disfrutar de un viaje distinto, pero también con sus toques de magia y surrealismo, característicos de este maestro de la animación mundial, y que en esta ocasión se le agrega mucha, pero mucha ternura. Y es que la pequeña Ponyo es uno de los personajes más adorables que puedan conocer, tanto que a veces uno siente que le va a dar diabetes.

Aunque la cinta va perdiendo fuerza conforme se acerca el final, termina redimiéndose y resolviéndose de manera rápida y satisfactoria.

Una muy buena cinta para los fans de Miyazaki, y también para los que no lo conozcan seguro que les resultará agradable e incluso más accesible para los niños.

Eso sí, no es El Viaje de Chihiro.

1 comentario:

  1. El viaje de Chihiro, como tu dices, es punto y aparte.

    Quiero ver Ponyo y seguro por lo que dices, vale la pena.

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