Pateando traseros

Muy grata sorpresa resultó ser Kick-Ass (2010) del novato director inglés Matthew Vaughn. La premisa sonaba como a una parodia con poca sustancia y unas cuantas risas como Zombieland (2009) o que, como aquella cinta, sería un pobre intento sobrevalorado por emular a Shaun of the Dead (2004) o, en menor medida, a Hot Fuzz (2007), pero no, Kick-Ass es una historia original que no intenta parodiar al género, sino que es una historia original muy bien realizada y que incluso puede sorprender precisamente en un género que, hasta antes de The Dark Knight (2008), dejaba poco lugar a las sorpresas.

Aunque cae en excesos un poco innecesarios, como una niña de once años pronunciando the "c" word, el filme logra su cometido de entretener y sentir simpatía con un héroe totalmente nuevo en la pantalla grande, aunque se trata de una adaptación del cómic del mismo nombre.

Incluso Nicholas Cage, acostumbrado desde hace mucho a la medianía y hasta a la mediocridad, hace un gran trabajo en su papel de un héroe de la vida real que emula a Batman.

El soundtrack es uno de los logros más grandes de la película, ya sea mediante las canciones escogidas con mucho tino por el director (chequen la escena del pasillo con libreros a ambos lados mientras escuchamos "Bad Reputation" de Joan Jett), o con la música original de Marius De Vries, Ilan Eshkeri, Henry Jackman y John Murphy (me encantó la pieza cuando Kick-Ass llega a visitar a Rasul).

Asimismo, destaca la gran actuación del inglés Aaron Johnson en el papel protagónico. Heróico, vulnerable, y muy gracioso cuando tiene que serlo. También Chloe Moretz cumple con creces como una niña de armas tomar, sin embargo, como en (500) Days Of Summer (2009), la precocidad tan irreal puede llegar a ser chocante y hasta odiosa. Me gustaría verla pronto en un papel acorde a su edad.

Con guiños a Tarantino incluidos, la dirección de Vaughn es soberbia, pues sabe imponer un buen ritmo a su obra, encontrando una combinación de acción, comedia y vueltas de tuerca muy interesantes, siempre de la mano de Johnson.

Junto a How To Train Your Dragon, Kick-Ass es una de las mejores sorpresas de este año.