Pesadilla de remake

A Nightmare on Elm Street (2010) es un remake con el propósito de... la verdad, creo no tiene ningún propósito más allá de revivir la nostalgia de quienes vimos esta saga en su nacimiento. Y es que si me dicen que quisieron hacerla para una nueva generación, lo calificaría como una mentira total.

Poner que la juventud de esta generación utiliza blogs e internet y celulares no es suficiente. Se trata de espantar de nuevas maneras originales y entretenidas, no utilizando los mismos recursos de hace 20 años.

Asimismo, en el afán de querer cambiar detalles para que no sea exactamente la misma historia, se mancharon con el origen y las motivaciones de Freddy Krueger para comenzar su matanza de adolescentes. Se fueron a un extremo medio sórdido que no aporta nada y resulta hasta de mal gusto.

El Freddy original tenía mucho encanto porque era un desgraciado pero al mismo tiempo tenía sentido del humor, del negro, pero humor. Éste Freddy 2010 es movido por la venganza y no se detiene mucho a torturar psicológicamente a sus víctimas.

Resulta una pena ver cómo esta cinta poco a poco se va desmoronando, sobre todo después de ver las dos primeras muertes, muy bien realizadas por el director Samuel Bayer, con buenas dosis de gore e imaginación. Pero después de ello, pesa más lo flojo del guión y las actuaciones, aunque el director presenta un par de secuencias que también resultan interesantes.

Al terminar, uno no puede más que revalorar la saga por lo original de su argumento y por crear un verdadero ícono del cine de horror; mientras que lo mejor de esta cinta son sus pósters , quizás el trailer y su duración de 95 minutos.