
Así de grande es la fama y reputación que le anteceden a Park, quien de nuevo le entra con todo a otra historia original y atrevida donde un sacerdote católico comienza a tener nuevos impulsos poco religiosos, y también por un poco de sangre. Se ha vuelto un vampiro.
Con un titubeante inicio, Thirst (2009), tarda en encontrar su ritmo idóneo para después caer un poco en el tedio hacia el final, pero eso sí, de nuevo dirigida con muy buen ojo y la creatividad suficientes como para mantener atento al espectador.
Este filme, que ganó El Premio del Jurado y estuvo nominada a la Palma de Oro en Cannes 2009, quizás no llegue a ser un clásico, pero sí es una cinta indispensable para los aficionados al cine vampírico, y también recomendable para los cinéfilos clavados.
Me recomendaron mucho esta peli... ahora que mencionas al director, entiendo por qué.
ResponderEliminarLa trilogía de Simpatía por el señor venganza me encantó; espero ir pronto a ver esta.
D.