domingo, 11 de abril de 2010

El imaginario de Terry Gilliam

En The Imaginarium Of Doctor Parnassus (2009), Terry Gilliam nos ofrece las excentricidades de casi siempre, por lo que el resultado es de nuevo mediano, irregular.

Y si bien hay secuencias bastante logradas, son mayoría las escenas en que se siente una historia muy forzada y sin mucho fundamento.

En una trama donde lo fantástico tiene mucho peso, es decepcionante que los efectos especiales estén tan malogrados y anticuados -a veces pareciera que estamos viendo Monty Python's Flying Circus, lo cual no está mal per se, si no se tratara de una serie de hace casi cuarenta años. Por otra parte, el encanto y la sola idea de algunas secuencias valen la pena, no así la ejecución.

Destaca la última gran actuación de Heath Ledger, y las apariciones tristemente forzadas de Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell no hacen más que acentuar lo bueno que es el trabajo de Ledger en un rol que todavía muestra asomos de su gran trabajo como The Joker en The Dark Knight (2008).

Y sin embargo, por momentos las actuaciones sacan de onda por su excentricidad, y es que fuera de Ledger, ninguno puede representarla de manera natural y caen en una extraña dinámica donde el elenco se siente sobreactuado, lo cual evidentemente distrae bastante y le resta ritmo a la historia. No obstante, también hay escenas en que todos tienen su oportunidad de brillar, mientras que Verne Troyer (mejor conocido como Mini-Me) cumple con creces como el comic relief, y Andrew Garfield deja muy buen sabor de boca como Anton, aún cuando el personaje no está completamente desarrollado.

Así podría hablar de casi toda la cinta, con muchas contradicciones e irregularidades que la alejan de ser una cinta memorable y que correrá con la misma suerte que sus otros dos trabajos de esta década: el olvido.

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