domingo, 18 de octubre de 2009

La traición de Tarantino

Tarantino nunca ha sido de mi completo agrado. No sé si me molestan más sus delirios de grandeza o sus fanáticos que se la creen y alaban al director de dos buenas películas seguidas de una serie de tonterías sin gracia ni interés.

Sin embargo, en Inglorious Bastards esperaba encontrar algo más, quizás algunas muestras de madurez o de cambio (no sé porqué. La premisa de una banda de vengadores que matan nazis a diestra y siniestra quitándoles sus cabelleras me pareció estúpida desde un comienzo).

Y durante la primera media hora de la cinta confirmé mis sospechas, Tarantino en sus afanes por la exageración, la autocomplacencia y complacencia a sus fanáticos cae en las mismas ridiculeces de siempre (risa me dan los que consideran al diálogo de las ratas y ardillas como algo genial, o que los personajes hablen en su idioma nativo como algo realmente innovador y extraordinario, jajaja). Pena me da que el director considere "cool" un personaje que mata personas a batazos. Es evidente para mí la intención de tomarlo como algo divertido, como un juego de niños, una fantasía judía, pero ni así le encuentro la gracia. También lo siento por Brad Pitt al aceptar un papel intencionalmente clichesco, reconozco que los primeros dos minutos fue entretenido, pero después de eso es totalmente insoportable. Qué diferencia con Burn After Reading, donde la farsa de su personaje tiene resultados mucho mejores.

Y así, la primera media hora está llena de todos los defectos del director: las exageraciones ya mencionadas, la falta de ortografía para "alterar conciencias" (¡¡¡wow, dice "basterds" en lugar de "bastards", qué cool!!!), la música pretenciosa y totalmente inadecuada, referencias culturales gratuitas... todo, repito, con el simple afán de apantallar, como haría cualquier persona insegura e inmadura.

Sin embargo, una vez pasado el "Capítulo 2", pareciera que Tarantino ya cumplió con su cuota de clichés y ridiculeces y por fin se centra en cumplir con la historia y no con sí mismo. La cinta se transforma en una historia de conspiración anti nazi en uno de los lugares y tiempos más álgidos de la Segunda Guerra Mundial, y es ahí donde empieza lo realmente interesante. El poco tiempo dedicado a Aldo Raines y los bastardos le hace mucho bien a la película, para centrarse en los distintos planes que se elaboran para derrocar a los alemanes. Incluso aquí las referencias históricas tienen su razón de ser cuando se habla de Leni Riefenstahl o el apogeo del cine de Hollywood como resultado del éxodo judío europeo hacia los Estados Unidos.

También en este fragmento de la película conocemos a los personajes más interesantes y mejor actuados: la hermosísima Diane Krüger como Bridget von Hammersmack, una actriz alemana trabajando para los aliados; Daniel Brühl como Fredrick Zoller, un héroe de guerra; Mélanie Laurent como Shossana Dreyfuss, una judía que busca venganza; y Sylvester Groth como un patético y divertido Joseph Goebbels, mucho mejor que el caricaturizado Hitler.

Mención aparte para Cristhoph Waltz como Hans Landa, personaje que le valió la Palma de Oro como Mejor Actor y que ha llamado mucho la atención, pero que en lo personal me pareció un buen personaje, sobre todo como espejo de Aldo Raines, sádicos los dos, con la diferencia de que Landa es mucho más sofisticado, pues prefiere la tortura psicológica a la física.

Desgraciadamente, los buenos momentos en la segunda parte de la cinta no conducen hacia un final satisfactorio, pues en el desenlace todos los personajes se traicionan a sí mismos: los valientes se vuelven cobardes, el amable en salvaje y el más listo en el más idiota. Pero sobre todo, el director se traiciona a sí mismo al entregarnos después de mucho tiempo una película con más personajes además de él mismo. Esa traición, para mí, es de agradecerse.

2 comentarios:

  1. no se qué escribir respecto a la entrada jajaja pero es una manera de decir "presente" en tu blog

    saludas hermanito :D

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  2. guau ! has de ser de esos pendejos que dicen saber de cine cuando no saben un carajo de nada!! con tarantino no hay medias tintas tio! aprendete eso!!

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