Blue Valentine (2010) es la historia de un joven matrimonio que se enfrenta a la prueba más difícil de su relación, así de como nació su romance.
Independiente a más no poder, la cinta es producida por sus protagonistas: Michelle Williams y Ryan Gosling, lo cual demuestra el compromiso y el amor que ambos le tuvieron al proyecto, y que se refleja en la pantalla.
La actuación de Williams ha sido la más comentada y celebrada; sin embargo, es Gosling quien se lleva la mejor parte retratando a un hombre enamorado que poco a poco va cayendo en la confusión y frustración al ver cómo el mundo que había soñado se desmorona. Poco a poco, y en películas independientes como esta, Gosling se ha hecho de una muy buena reputación en Hollywood, aunadas a nominaciones al Óscar por Half Nelson (2006), y al Globo de Oro por Lars And The Real Girl (2007) y precisamente por Blue Valentine. Sin embargo, esta es la primera vez que puedo apreciar su trabajo, y me dejó un extraordinario sabor de boca.
Lo mismo esperaba de Williams, cuya carrera ha seguido un curso muy parecido a la de Gosling, también con nominaciones a ese par de premios importantes. No obstante, no logra brillar tanto como Gosling, a pesar de que hace un muy buen trabajo.
Me he centrado más en las actuaciones porque la historia no tiene demasiado que ofrecer y se siente gratuita al no contar con una verdadera justificación al proceder de nuestros protagonistas. Si acaso, ésta apenas se alcanza a insinuar de manera velada e, al final de cuentas, insuficiente.
No obstante, esto no es disuasor para que dejen de revisar este filme que resulta interesante por sí mismo, y que al final de cuentas sí contiene alguna que otra escena conmovedora.
Independiente a más no poder, la cinta es producida por sus protagonistas: Michelle Williams y Ryan Gosling, lo cual demuestra el compromiso y el amor que ambos le tuvieron al proyecto, y que se refleja en la pantalla.
La actuación de Williams ha sido la más comentada y celebrada; sin embargo, es Gosling quien se lleva la mejor parte retratando a un hombre enamorado que poco a poco va cayendo en la confusión y frustración al ver cómo el mundo que había soñado se desmorona. Poco a poco, y en películas independientes como esta, Gosling se ha hecho de una muy buena reputación en Hollywood, aunadas a nominaciones al Óscar por Half Nelson (2006), y al Globo de Oro por Lars And The Real Girl (2007) y precisamente por Blue Valentine. Sin embargo, esta es la primera vez que puedo apreciar su trabajo, y me dejó un extraordinario sabor de boca.
Lo mismo esperaba de Williams, cuya carrera ha seguido un curso muy parecido a la de Gosling, también con nominaciones a ese par de premios importantes. No obstante, no logra brillar tanto como Gosling, a pesar de que hace un muy buen trabajo.
Me he centrado más en las actuaciones porque la historia no tiene demasiado que ofrecer y se siente gratuita al no contar con una verdadera justificación al proceder de nuestros protagonistas. Si acaso, ésta apenas se alcanza a insinuar de manera velada e, al final de cuentas, insuficiente.
No obstante, esto no es disuasor para que dejen de revisar este filme que resulta interesante por sí mismo, y que al final de cuentas sí contiene alguna que otra escena conmovedora.
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