Los Gatos Persas (2009), de Bahman Ghobadi, ha sido una grata sorpresa en esta 52 Muestra, considerando que la única cinta que había visto del realizador, (Las Tortugas Pueden Volar, 2004) a pesar de ser muy celebrada a nivel mundial, a mí me aburrió muchísmo.
En esta ocasión, Ghobadi presenta la historia de Negar y Ashkan, una chica y un chico que necesitan formar una banda para poder viajar a Londres y cumplir con una presentación que lograron agendar. Para ello, recorrerán toda Teherán buscando a los miembros apropiados de su nueva banda, mientras un contacto callejero intenta conseguirles las visas y pasaportes falsos, ya que el Ministerio de Censura iraní jamás se los otorgaría, y tener todo listo a tiempo para el gran viaje a Londres.
De manera casi documental, pues en la cinta aparecen bandas y músicos reales -incluidos los dos protagonistas, Ghobadi nos presenta una ciudad riquísima en expresión musical, pero que debe luchar contra la censura y la persecución, simplemente porque no se amolda a las tradiciones. Ahí radica la belleza de este filme: la prevalencia del espíritu y la pasión contra todos los obstáculos, enriquecido con música excelente de varios géneros, una fotografía cruda que encaja con esta historia netamente urbana, y la magnífica actuación de Hamed Behdad como el contrabandista Nader, el clásico personaje que conoce a todo mundo, sabe sobre todo y que no se puede quedar callado.
También resalto la sencilla pero bellísima escena en que la naciente banda comparte el pan y sus sueños de vida. Sueños que podrían darse por sentados para los habitantes de muchos habitantes de este planeta, pero que para estas personas, en la vida real, son todo un reto y una ilusión. Una lección de perspectiva donde las haya.
PD: Pueden leer una interesantísima entrevista con los protagonistas de esta cinta aquí, donde habla de la prohibición en Irán de toda la música no autóctona. Pero tengan cuidado, pues tiene un spoiler en el penúltimo párrafo, así que no lo lean si no quieren saber el final.
En esta ocasión, Ghobadi presenta la historia de Negar y Ashkan, una chica y un chico que necesitan formar una banda para poder viajar a Londres y cumplir con una presentación que lograron agendar. Para ello, recorrerán toda Teherán buscando a los miembros apropiados de su nueva banda, mientras un contacto callejero intenta conseguirles las visas y pasaportes falsos, ya que el Ministerio de Censura iraní jamás se los otorgaría, y tener todo listo a tiempo para el gran viaje a Londres.
De manera casi documental, pues en la cinta aparecen bandas y músicos reales -incluidos los dos protagonistas, Ghobadi nos presenta una ciudad riquísima en expresión musical, pero que debe luchar contra la censura y la persecución, simplemente porque no se amolda a las tradiciones. Ahí radica la belleza de este filme: la prevalencia del espíritu y la pasión contra todos los obstáculos, enriquecido con música excelente de varios géneros, una fotografía cruda que encaja con esta historia netamente urbana, y la magnífica actuación de Hamed Behdad como el contrabandista Nader, el clásico personaje que conoce a todo mundo, sabe sobre todo y que no se puede quedar callado.
También resalto la sencilla pero bellísima escena en que la naciente banda comparte el pan y sus sueños de vida. Sueños que podrían darse por sentados para los habitantes de muchos habitantes de este planeta, pero que para estas personas, en la vida real, son todo un reto y una ilusión. Una lección de perspectiva donde las haya.
PD: Pueden leer una interesantísima entrevista con los protagonistas de esta cinta aquí, donde habla de la prohibición en Irán de toda la música no autóctona. Pero tengan cuidado, pues tiene un spoiler en el penúltimo párrafo, así que no lo lean si no quieren saber el final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario