Entre el dolor y el miedo, entre la soledad y la incapacidad de relacionarse con el mundo, entre la tierra y el lodo, podemos encontrar una flor.
O quizás una y mil canciones nos ayuden a soportar el dolor de estar solos entre tanta gente, tanta algarabía, tanta emoción.
Lo importante es aprender a olvidarnos de nuestros tapones espirituales y físicos, aun y cuando para ello sea necesario un golpe fuerte que nos haga despertar, reaccionar. Después de todo, nunca es demasiado tarde.
De esto y más habla La Teta Asustada (2009): costumbrista y mágica, introspectiva y extrovertida al mismo tiempo.
A mí me conmovió, pues la directora Claudia Llosa logró meterme en su sintonía para ver, escuchar, sentir y reflexionar sobre la vida de una mujer que podría ser una de tantas millones de latinas atrapadas, temerosas, pero que seguramente comienzan y terminan todos sus días con una canción en el alma y en el corazón.
O quizás una y mil canciones nos ayuden a soportar el dolor de estar solos entre tanta gente, tanta algarabía, tanta emoción.
Lo importante es aprender a olvidarnos de nuestros tapones espirituales y físicos, aun y cuando para ello sea necesario un golpe fuerte que nos haga despertar, reaccionar. Después de todo, nunca es demasiado tarde.
De esto y más habla La Teta Asustada (2009): costumbrista y mágica, introspectiva y extrovertida al mismo tiempo.
A mí me conmovió, pues la directora Claudia Llosa logró meterme en su sintonía para ver, escuchar, sentir y reflexionar sobre la vida de una mujer que podría ser una de tantas millones de latinas atrapadas, temerosas, pero que seguramente comienzan y terminan todos sus días con una canción en el alma y en el corazón.
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