domingo, 27 de febrero de 2011

Oscar time again...

Y aquí estamos otra vez, en esta ocasión en la última hora, el mismo día de los premios. Muchas reflexiones no pudieron ser publicadas. Espero el próximo año poder preparar algo más completo.

Lo cierto es que coincido en que 2010 fue un gran año para el séptimo arte, y hubo para todos los gustos. En México estamos en esa etapa en que todas las cintas de temporada de premios al fin nos llegan, por lo que a veces es difícil seguir el ritmo a los estrenos.

En consecuencia, lamento informarles que no pude ver True Grit, lo cual es una lástima, ya que empiezo a considerarme fan de los Coen. Sin embargo, también he de confesar que el hecho de que sea un remake o una nueva adaptación de algo ya hecho también me desanimó un poco a la hora de decidir si verla o no.

Pero esta entrada es para dar mi pronóstico de las categorías más importantes de los Oscars 2011, un año en que las categorías están más cerradas que en ocasiones anteriores.

Mejor Soundtrack: Muy buena terna este año, con pronóstico reservado, ya que la tendencia en esta categoría ha sido premiar todo lo que les suene muy exótico (baste recordar a Santaolalla y sus inexplicables dos estatullas), o en su defecto se van por lo más popular (como ejemplo los risibles premios a Howard Shore por The Lord Of The Rings, o a Up de Giacchino, a quien adoro y que ya se lo merecía, pero no por Up, uno de sus trabajos menos logrados, y menos por encima del grandioso Sherlock Holmes de Zimmer). John Powell tomó a todos por sorpresa con su gran álbum de How To Train Your Dragon, un trabajo emocionante y emotivo al mismo tiempo, con sonidos celtas como leit motiv. Hans Zimmer también cumple con Inception, pero no se compara a la excelsitud de Sherlock Holmes, y si bien tiene elementos interesantes, no deja de parecerse enormemente a lo que ha hecho con el Batman de Nolan. A.R. Rahman muestra su versatilidad, y tras el Óscar por Slumdog Millionaire, cambia lo bombástico por algo más contenido y cargado de sentimiento en 127 Hours. Alexandre Desplat regresa con su cuarta nominación -tercera consecutiva- en The King's Speech, otra obra sublime y preciosista de este francés que ya ganó el BAFTA por este trabajo, y que además se llevó el César por The Ghost Writer, mientras que se acercó a las masas con Harry Potter & The Deathly Hallows Part 1. Sin duda debería llevarse la estatuilla, pero como Trent Reznor es alguien popular y salió de su ambiente tradicional, ganará por The Social Network, aunque en lo personal creo que es el menos sobresaliente de los nominados.

Mejor Guión Adaptado o de Secuela: The Social Network, de Aaron Sorkin

Mejor Guión Original: The King's Speech, de David Seidler

Mejor Actriz de Reparto: Una de las categorías más cerradas con tres fuertes candidatas: Amy Adams y Melissa Leo, ambas por The Fighter, y Helena Bonham-Carter por The King's Speech. En este caso, y aunque Adams vuelve a impactar en la cinta de Russell, Bonham-Carter es más famosa (creánme, eso es algo que cuenta para los Oscars); y en este caso, la popularidad de su cinta también ayuda, y se llevará el Oscar, por lo que Adams tendrá que esperar un poco más, pero seguro que algún día será suyo.

Mejor Actor de Reparto: Tras la inexplicable, inaudita y estúpida ausencia de Andrew Garfield como el cofundador de Facebook, la batalla es de dos: Geoffrey Rush y Christian Bale. El ganador será Bale porque no sólo interpreta a un drogadicto, sino que también se sometió una vez más a una transformación física impresionante. Rush ya lo ha ganado, y como Mejor Actor, y aunque brilla en su papel de terapeuta del lenguaje en The King's Speech, no podrá repetir. Cabe destacar que esta categoría es muy bizarra, pues la inclusión de Jeremy Renner por The Town es un poco exagerada, mientras que John Hawkes y Mark Ruffalo no tienen power star, y el hecho de estar en cintas independientes mata por completo sus posibilidades.

Mejor Actriz: El Óscar más predecible de la noche será para Natalie Portman, que entrega todo en The Black Swan, fascinando y traumando a sus congéneres alrededor del mundo. Si algo increíble y extraordinario sucede, será para Michelle Williams. Pero no será así.

Mejor Actor: Esta categoría también parece decidida. Colin Firth nos regaló la actuación del año como un hombre con múltiples desafíos para desempeñar su labor como el hombre más poderoso del planeta, y por eso ganará el Oscar. Pero hay que destacar a James Franco, quien vuelve a demostrar sus alcances en 127 Hours, todo un tour de force actoral del que ya hablaré, y que en cualquier otro año le hiubiera granjeado el codiciado hombrecito dorado.

Mejor Director: Otra injusticia en esta categoría, pues la Academia sigue ninguneando a Chris Nolan, cuando ha sido uno de los directores más constantes y exitosos tanto de crítica como de taquilla, con Inception fascinó al planeta, dio todo en favor de la historia, le rehuye a los efectos por computadora, pues hace casi todo in situ, y aún así pareciera que aprecian más lo que hace gente como Cameron o Peter Jackson, esclavos del green screen y la complacencia. Tal y como en la categoría principal, y como seguro veremos a lo largo de la noche, la supremacia se la disputarán The Social Network y The King's Speech. Fincher o Hooper. Cerrada batalla en la que hace 3 meses hubiera apostado por Fincher, pero la fuerza que ha ganado The King's Speech por su reciente estreno y mayor popularidad, me hace dudar. Cualquiera sería un merecido ganador, y aunque Fincher pueda ser alguien más conocido, el corte clásico y mayor accesibilidad de la cinta de Hooper podría ser el factor decisivo. Por otra parte, tenemos el dato histórico de la primera nominación a Darren Aronofsky, que se la debían desde hace tiempo.

MEJOR PELÍCULA: A pesar de la estúpida idea de aumentar la categoría a 10 nominados, abaratando el prestigio por un poco más de rating, este año no se sienten tan injustas las nominadas, quizás con la excepción de The Kids Are Alright y su clichesca temática de la familia disfuncional. Comenzamos a ver una tendencia que se veía venir, y es que casi seguro cada año veremos a Pixar representada (aunque con Cars 2 lo dudo), este 2011 tenemos a Toy Story 3.
Gracias a este formato, la histórica nominación a Mejor Película para The Beauty And The Beast (1991) como la única animada que había logrado tal hazaña perdió su valor nominando a una cinta tan pobre, pero popular, como Up (2009). Así que una buena forma de sorprendernos, y subir el tan querido y buscado rating, habría sido tener por primera vez dos largometrajes animados en esta categoría; para algunos, How To Train Your Dragon supera a la última aventura de Woody y Buzz, así que una nominación no habría estado fuera de lugar. La otra tendencia que veremos cada año será ver a la clásica joyita independiente que nunca falta, sólo como un reconocimiento a esta industria, en 2011 tenemos a Winter's Bone, ganadora de Sundance, cuya premisa me suena parecida a otra gran independiente, Frozen River (2008). 127 Hours es una maravilla y creo que estaría incluída en el formato de cinco postuladas; la de los Coen me parece que está de relleno, mientras que Inception y Black Swan están por el rating, dada su increíble popularidad, aunque es un buen reconocimiento para Aronofsky y Nolan, tomando en cuenta lo que ya mencioné de este último y su relación con la Academia. Así que, como veremos a lo largo de la noche, los premios se dividirán entre The Social Network y The King's Speech. Como ya dije, hace tiempo apostaría todo por la historia de la creación de Facebook, pero ya no estoy tan seguro. La Academia está en la disyuntiva de crear algo fresco y moderno como la cinta de Fincher, o algo más clásico, seguro y dentro de su zona de confort. Históricamente, casi nunca se ha ido por lo arriesgado en esta categoría, y algo me dice que esta noche tampoco lo hará, por lo que creo que la tendencia de los premios de la crítica y toda la alabanza inicial para The Social Network perderá fuerza y The King's Speech ganará el premio más importante, aunque si gana Fincher y su cinta, tampoco sería injusto. En esta ocasión, la Academia tiene todo para ganar.

Recapitulando, aquí están mis pronósticos de las categorías más importantes:

Mejor Soundtrack: Trent Reznor y Atticus Ross - The Social Network
Mejor Guión Adaptado o de Secuela: Aaron Sorkin - The Social Network
Mejor Guión Original: David Seidler - The King's Speech
Mejor Actriz de Reparto: Helena Bonham-Carter - The King's Speech
Mejor Actor de Reparto: Christian Bale - The Fighter
Mejor Director: Tom Hooper - The King's Speech
Mejor Película: The King's Speech

¿Ustedes qué vaticinan? Por lo pronto, ¡disfrutemos esta noche y mañana vemos cómo nos fue!

jueves, 24 de febrero de 2011

The King's Speech, de Tom Hooper

La segunda cinta más celebrada del 2010 y que arrasó con los BAFTA llegó a México. The King's Speech, de Tom Hooper es la historia del rey Jorge VI de Inglaterra, quien tuvo que vencer un impedimento de lenguaje para conducir a su nación -bueno, con ayuda de Churchill- durante la Segunda Guerra Mundial.

Y así te la venden en los trailers, como una feel-good movie sin muchas complicaciones, pero que guarda mucho más en su esencia.

The King's Speech es una gran historia que nos habla de confiar en nuestra propia grandeza y escuchar cuando los demás nos la señalan, aderezado con tintes políticos de historias verídicas, así como muestras de verdadero amor entre hombres y mujeres y entre padres e hijos.

En el papel que le dará su primer Óscar, Colin Firth es inconmensurable como el hombre que siempre ha vivido con miedo, pero que siente como poco a poco el destino lo está llevando a un camino que no se siente preparado a realizar. Resulta increíblemente conmovedora la escena en que le confiesa esos miedos a su mujer, un trabajo que en lo personal me emocionó como no lo hacía ninguna actuación desde Mickey Rourke en The Wrestler (2008).

Helena Bonham-Carter también hace un extraordinario trabajo que muy probablemente también le reditúe en su primer Óscar (será un buen duelo con Melissa Leo de The Fighter, pero me inclino más por Bonham-Carter). Cada vez que vemos actuar e interactuar con el Rey Jorge, podemos ver en los ojos de la actriz una verdadera emoción y amor, preocupación y cuidado. Un clásico ejemplo del refrán -aunque un poco machista- "detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer".

Culminando con esta gran triada, Geoffrey Rush brilla como casi siempre lo hace, al convertirse en la piedra de toque para la familia real, un hombre que no se deja intimidar con la majestuasidad sino que se concentra más en su trabajo, el cual se toma muy en serio y lo hace lo mejor que puede. Un gran acierto del guión es que le da matices a este personaje que pudo volverse un cliché, pero del cual terminaremos conociendo muchos detalles vitales que nos hacen descubrir que es un espejo en otra escala del rey, es el rey de su hogar, de sus hijos, de su mujer, todo un mandatario de la clase obrera.

Como cada año, en los Óscares a pesar de los nominados, casi siempre es un asunto de dos. En este 2011 es casi un hecho que la estatuilla será para The Social Network, pero esta cinta es la segunda favorita, y si gana me daría mucho gusto, pues es una cinta para atesorar, como las joyas de la Reina en la Torre de Londres.

domingo, 13 de febrero de 2011

The Fighter, de David O. Russell

Continuando con la temporada de las cintas premiables, y también con el gran banquete cinéfilo del 2010, se estrena en México The Fighter, de David O. Russell, una de las cintas más fuertes del año, y que seguramente habría conquistado una nominación al Oscar aún con el formato de cinco nominaciones.

Y es que esta película ha dado mucho de qué hablar gracias al mejor ensamble del año: Mark Wahlberg, Christian Bale, Melissa Leo y Amy Adams, a quien hace poco Robert DeNiro elogiara en el programa de David Letterman. Estos cuatro dan una verdadera clase de actuación, sobresaliendo Bale como un adicto al crack en vías de recuperación, y Adams como la novia de Wahlberg, una mujer educada y con un dulce rostro pero llena de coraje y valentía para impulsar a su amado para que salga adelante. Ya he expresado en este sitio mi enorme admiración por Adams, pero cada vez parece superarse, y en esta obra demuestra que simplemente es una natural. Christian Bale, por otro lado, rertata a un hombre arrepentido de sus decisiones, y que también libra una lucha personal muy particular.

Melissa Leo cumple con creces en un interesante papel que sin embargo no representa un gran reto para ella, después de haber visto sus alcances y su espectacular trabajo en Frozen River (2008), algo me dice que se le volverá a negar el Oscar para quedar en manos de Helena Bonham Carter. Por otra parte, Mark Wahlberg entrega la mejor actuación de toda su carrera como un boxeador que quiere darle un nuevo rumbo a su vida y lograr algo grande por el mismo y no tanto por su hermano, su madre, su manager o sus hermanas, sino por él mismo.

Es esta lucha por la superación personal donde radica la empatía con nuestro protagonista, un verdadero peleador ante los retos realistas de la vida: balancear lo que se espera de uno con las expectativas de los demás, tomar decisiones que pueden afectar a los que están cerca de nosotros, y enfrentarse a la disyuntiva de rendirse o seguir persiguiendo un sueño.

Desde la silla de director, Russell transforma una historia ya contada en un drama de alto calibre gracias a los matices del guión y la cruda humanidad de sus personajes, dando espacio también para escenas muy divertidas. Combinando un estilo casi documental con aspecto televisivo para las peleas, así como un acertado soundtrack y las actuaciones extraordinarias ya mencionadas, Russell logra una de las mejores películas del año pasado, de aquellas que seguiremos años, muchos años después.

domingo, 6 de febrero de 2011

Black Swan, de Darren Aronofsky

Cada año hay cintas que medio mundo alaba con razón, y otras que la otra mitad lo hace por razones desconocidas. Black Swan (2010) entra en la segunda categoría.

No le ayuda que desde los primeros quince minutos sepas cómo va a terminar, ni que se vuelva repetitiva ad nauseam, sobre todo en sus minutos finales donde, para empeorar las cosas, pierde toda coherencia, lo cual no se justifica con que nuestra protagonista haga lo mismo.

A Aronofsky lo "tremendista" no le queda muy bien que digamos, la prueba fehaciente es Requiem For A Dream (2000), pues de nuevo exagera, proporciona momentos "impactantes" gratuitos nomás porque sí.

Lo innegable es que tiene mucho estilo, lo cual parece impresionar a muchas personas, y en este caso la actuación de Natalie Portman, aunada a la de Mickey Rourke en The Wrestler (2008) y la de Ellen Burstyn en Requiem For A Dream confirman que es un gran director de actuación. A Rourke le robaron injustamente el Oscar para dárselo a Sean Penn por Milk (2008), Burstyn y Marissa Tomei -por The Wrestler - estuvieron nominadas, pero en este año por fin una cinta de Aronofsky recibirá el Oscar en actuación cuando se lo den a Portman.

Definitivamente esperaba más de esta cinta, cuya premisa e inicio se veían prometedores. Quizás para la próxima Aronofsky vuelva a centrarse en el fondo y no en la forma, pues ya nos ha demostrado que puede hacerlo.

jueves, 3 de febrero de 2011

Canción de cisne para Jack y Meg

Ayer dieron la noticia, la peor que haya recibido en mucho tiempo. The White Stripes, la mejor banda de rock del planeta se separa, dejándome devastado.

A principios del siglo XXI, Jack y Meg White literalmente devolvieron la esperanza a la escena del rock mundial con su inigualable, espectacular, ruidoso y virtuoso sonido que se levantó por encima del cambio de giro de MTV, que decidió echar toda su historia a la basura a cambio de Britney Spears y N'Sync.

Es en 1990 que lanzan su disco debut homónimo, seguido del De Stijl (2000), y White Blood Cells (2001), cuando empezaron a darse a conocer al resto del mundo con los rolones "Hotel Yorba", "We're Going To Be Friends", "Fell In Love With A Girl". Además de su sonido que dejó a todos rascándose la cabeza (¿cómo es que con batería y guitarra pueden hacer cosas tan geniales?), también jugaron con el misterio, pues no dejaban en claro su relación, tenían el mismo apellido pero, ¿eran hermanos, maridos, novios, o simplemente era su nombre artístico?, hoy sabemos la verdad: eran ex esposos. También tenían sus propias reglas: siempre vestir de rojo, blanco y negro, basados en el movimiento arquitectónico que da nombre a su segundo disco, e intentar innovar y mostrar algo divertido, interesante o de plano increíble con sus videoclips. Es decir, eran un paquete completo, quizás el mejor planeado de toda la historia.

En 2003, la pronta consagración. Elephant (2003) es quizás, y al menos para mí seguramente lo es, el mejor disco de toda la década, abanderada por su clásico instantáneo "Seven Nation Army".

Get Behind Me Satan (2005) podría ser el álbum más irregular de la banda, aunque a la distancia creo que simplemente esperábamos demasiado después del álbum paquidérmico. Lo cierto es que el satánico trabajo incluye rolas increíbles como "Blue Orchid", "My Doorbell", "The Denial Twist" y "Red Rain".

En 2007 volvieron con nuevos bríos, e Icky Thump es uno de sus mejores trabajos, quizás el segundo mejor, sin duda el más maduro y, como siempre, refrescante.

Jack y White escriben en su infame comunicado que no estemos tristes, que ahora la banda no es sólo de ellos sino de todos nosotros. No sé si sea suficiente consuelo para mí, que soñaba con repetir la increíble experiencia de verlos en vivo, lo cual hice en mayo del 2005 en el Palacio de los Deportes, uno de los mejores conciertos de mi vida, ver a Jack en vivo es todavía más increíble que escucharlo en los discos.

Y sin embargo aquí estoy, apóstol de la guitarra de Jack y la batería de Meg, queriendo hacer ver al mundo que ayer fue uno de los peores días en la historia del rock.

Si no me creen, por favor escuchen esto:














La dedicatoria: para todos los que amamos a los White