domingo, 25 de julio de 2010

Inception, de Chris Nolan

Sí, Inception (2010) es una maravilla visual. Demuestra una vez más que Nolan es un maestro del lente y los efectos utilizados con mesura e inteligencia, la suficiente como para impactar a cualquiera. Si en las cintas de Batman escoge lo orgánico, aquí no le queda más que recurrir a la computadora para crear escenarios fantásticos e increíbles, secuencias magníficamente coreografiadas y ejecutadas por un elenco inmejorable.

Y sin embargo, siento que faltó algo, un poco más de originalidad en la trama de fondo para sustentar la que nos vendieron. Asimismo, en su afán de ser tan impactante, innovadora, espectacular e inteligente, termina exagerando en sus diferentes "niveles" e incluso se pierde a sí misma con una que otra laguna en la trama y errores de continuidad.

De todas formas, le daré una segunda oportunidad. Además, todo lo que hace Nolan vale la pena revisarlo una y otra vez.

viernes, 23 de julio de 2010

Peanuts: una obra maestra de principio a fin

"El mundo de Peanuts es un microcosmos,
una pequeña comedia humana
para el lector inocente y el sofisticado"
Umberto Eco

Sin duda, Peanuts es la mejor y más importante tira cómica de la historia. Durante 50 años y más allá, Charlie Brown, Snoopy, Lucy, Linus y la pandilla se volvieron parte de la cultura popular no sólo de los Estados Unidos, sino del mundo entero.

Con ese humor, como lo dice la cita, tan tierno a veces pero tan profundo e inteligente en otras, ganó millones de adeptos que todos los días leíamos la obra maestra de Charles Schulz, el Charlie Brown de la vida real que un día perdió un partido de baseball por más de treinta carreras, el Schulz que siempre vivió inseguro de sí mismo, a pesar de contar con el cariño de, repito, millones de personas.

Desde el 2004, Fantagraphics Books se dio a la tarea de reeditar Peanuts en su totalidad, con alrededor de 25 libros con dos años cada uno. En septiembre salen a la venta los libros del 1975 a 1976 y de 1977 a 1978.

En esta ocasión les hablaré del primer tomo, de 1950 a 1952, que terminé recientemente, y donde, por ser el primer número, incluye extras muy especiales, como lo son una sentida biografía abreviada de Charles Schulz donde además explica el éxito de la tira cómica, y que cuenta con un final conmovedor, al relatar los últimos días de Charles "Sparky" Schulz.

Pero quizás aún mejor que eso, es una muy extensa entrevista a Schulz realizada en 1987, donde dos expertos en el medio averiguan sus motivaciones, límites, creencias, experiencias, filias y fobias, revelando la poco sorpresiva gran humanidad de un hombre que, volviendo a la cita de Eco, escribió un microcosmos del mundo entero al mismo tiempo que nos hizo reír. Sin duda, un hombre extraordinario, cuya obra, a diez años de su ausencia, sigue tan presente como siempre.

Adquirí la caja con dos tomos, abarcando en total el periodo de 1950 a 1954. La edición es insuperable, con cada tomo dedicado a algún personaje (en este caso, el primero a Charlie Brown y el segundo a Lucy), e ilustrado en las introducciones y artículos con personajes, momentos, citas, escenogfrafías. Además, al pie de página encontramos el mes y el año que se está leyendo, para una mejor referencia. Curiosamente, también incluyen un índice para encontrar fácilmente, por ejemplo, referencias a Beethoven, al baseball, o la primera vez que Lucy le quitó el balón de football americano a Charlie antes de que lo pateara. Además, traen funda y las portadas verdaderas (no sé cómo se llamen en realidad en el mundo editorial), son magníficos collages del personaje al que se le dedica el tomo. El de Charlie Brown es gris, y el de Lucy es azul.

En lo que respecta a la tira, ¿qué puedo decir? Es genial poder leer la primera tira y la aparición de Schroeder, Lucy, Snoopy y Linus como bebés. Descubrí además que Charlie al principio no era tan perdedor, sino que también a veces se salía con la suya, y también es muy gracioso ver cómo Lucy comienza como una bebé inquieta, y poco a poco se va transformando en ese personaje tan sarcástico, irónico y hasta mala onda, pero irremediablemente adorable; aunque en este primer tomo la transformación no se da por completo, sino que apenas inicia. En conclusión, se trata de una de las mejores colecciones de libros que se pueden adquirir en la actualidad, realmente encuentro difícil establecer a quién no podría gustarle Peanuts. Sería como buscar a alguien a quien no le guste reír o disfrutar de los pequeños placeres de la vida.

jueves, 22 de julio de 2010

Sed, de Chan-wook Park

Chan-wook Park podría ser el director asiático más interesante de los últimos años. Con Oldboy (2003), su obra maestra, y la segunda parte de su Trilogía de la Venganza, sorprendió a todo el mundo gracias a un magnífico guión basado en un comic realizado con mucho estilo. Oldboy es otra de mis grandes favoritas, una historia envolvente con un personaje entrañable y tenaz en su búsqueda de venganza que va descubriendo las pistas necesarias para lograrla, para al final tener que tomar una decisión imposible, en uno de los desenlaces más increíbles y apoteósicos que se hayan visto en la historia del cine.

Así de grande es la fama y reputación que le anteceden a Park, quien de nuevo le entra con todo a otra historia original y atrevida donde un sacerdote católico comienza a tener nuevos impulsos poco religiosos, y también por un poco de sangre. Se ha vuelto un vampiro.

Con un titubeante inicio, Thirst (2009), tarda en encontrar su ritmo idóneo para después caer un poco en el tedio hacia el final, pero eso sí, de nuevo dirigida con muy buen ojo y la creatividad suficientes como para mantener atento al espectador.

Este filme, que ganó El Premio del Jurado y estuvo nominada a la Palma de Oro en Cannes 2009, quizás no llegue a ser un clásico, pero sí es una cinta indispensable para los aficionados al cine vampírico, y también recomendable para los cinéfilos clavados.

domingo, 11 de julio de 2010

Celda 211

En este fin de semana a la española fue que vi Celda 211 (2009), el triunfo más reciente del cine ibérico. Basada en la novela de Francisco Pérez Gandul, la ganadora más reciente del Premio Goya cuenta la historia de un conflicto carcelario que podría tener consecuencias políticas para toda una nación, y que al mismo tiempo narra historias muy íntimas, por momentos con originalidad, mientras que en otros no logra evitar los clichés.

Formando una dupla inolvidable, "Malamadre" y "Calzones" son el centro de la historia, cada uno con fines muy distintos, aunque el curso de la situaciones podría acercarlos más de lo que ellos se imaginan.

Había leído mucho sobre la actuación de Luis Tosar como "Malamadre", que si es de antología, increíble, espectacular, muchos superlativos que en ocasiones terminan por decepcionar, y sin embargo después de verla puedo decir que realmente es de antología lo que nos entrega este veterano gallego a través de un memorable antihéroe, físicamente imponente, mentalmente ágil aunque sádico. Por otra parte, Alberto Ammann no se queda atrás como "Calzones", el personaje que más debe evolucionar para salvar su vida y la de los suyos.

Evidentemente, ambos actores no podrían entregar un trabajo tan bueno de no ser por la fortaleza de un guión bastante sólido que encuentra su fortaleza en hacer crecer una historia sencilla en una llena de aristas y subtramas que se entretejen para conformar un muy buen drama.

Si acaso algo se le puede reprochar al director, Daniel Monzón, es que durante toda la cinta hay una sensación de asepsia, de demasiado cuidado y ensayo, lo cual no ayuda mucho en una historia que en ocasiones tiene que ser brutal y salvaje.

Dejando de lado eso, es interesante ver cómo la industria española sigue evolucionando precisamente hacia eso, una industria alejada del cine de autor que por muchos años parecía tener un sólo representante como Almodovar, con todo lo que ese nombre conlleva. Ahora, Celda 211 se une a [Rec] (2007) que, con todo y secuela y remake en Hollywood han demostrado que España puede hacer cine de género, para las masas, entretenido, y de calidad.

sábado, 10 de julio de 2010

The Incredibles

Desde sus inicios, Pixar ha tenido un éxito total. Para 2004 ya no tenía que demostrarle nada a nadie en cuanto a la calidad de sus producciones, y en ese año llegó Brad Bird con The Incredibles para subir la barra como nunca antes.

Vi esta película más que nada porque Bird había trabajado en una de las mejores épocas de The Simpsons, puesto que para ese entonces no había visto su debut como director en The Iron Giant (1999), pero sabía que había sido todo un éxito entre la crítica.

Sin embargo, Finding Nemo (2003) me había parecido de lo más flojo (y odioso) en la carrera del estudio, mientras que esta obra junto a Monsters Inc. (2002) parecían enfocarse más en el público infantil y en chistes fáciles.

Por ello, tenía sentimientos encontrados respecto a la sexta obra de los estudios Pixar. Por un lado el mal sabor de las dos obras previas, y por otro, a un veterano de The Simpsons que había hecho un trabajo fantástico durante su estancia en la serie, con una historia completamente original e interesante.

Dicho esto, es obvio que no esperaba que The Incredibles se convertiría en una de las películas favoritas de toda mi vida. No creí que lo tuviera todo, en una obra completamente post modernista que toma todas las influencias posibles del buen cine de acción, aventura y humor que se hayan hecho. Los Increíbles son James Bond, son Los Simpsons, son los X Men, son Los Cuatro Fantásticos, son Indiana Jones y son todo lo que uno podría esperar en una cinta del género, y realizada con muchísimo estilo, como nunca antes se había presentado en Pixar.

Y a pesar de ser una cinta que, creo yo, no le habla tanto a los niños como a los cinéfilos adultos, la calidad se impuso y es, hasta la fecha, la tercera cinta más taquillera de los estudios, gracias en gran medida a la impecable dirección de Brad Bird, quien maneja el ritmo y la cámara de forma magistral. También colabora lo entrañable de estos personajes, pues todos nos podemos relacionar un poco con los deseos de revivir nuestros mejores días como lo hace Robert, el sentido de responsabilidad familiar de Helen, las ganas de divertirse de Dash y la adorable timidez de Violet.

Por otra parte, gracias a esta película conocí al maestro Michael Giacchino, quien tuvo su debut como músico de un largometraje, cumpliendo con creces y realizando un disco que tomó a la industria por sorpresa, y que sólo Dios sabe cómo demonios ni siquiera fue nominado al Oscar, pues, como la cinta, realizó una obra apasionada y espectacular, un clásico instantáneo.

The Incredibles es para mí, sin duda, una de las mejores cinco películas de la década pasada.

Les dejo uno de los mejores temas de la cinta, los créditos finales cortesía del maestro Giacchino:

lunes, 5 de julio de 2010

Ewan + Jim, una historia de amor

Curiosa historia la de I Love Phillip Morris (2009), dirigida por los debutantes John Requa y Glen Ficarra. Y quizás se deba a su inclasificable naturaleza, que esta cinta llega a la Ciudad de México con exhibición en 3 pantallas. O más seguramente a que los distribuidores de cultura en este país son unos pendejos.

Pero supongamos que mi primera versión es la acertada, que los distribuidores simple y sencillamente no supieron qué hacer con una cinta sobre dos personajes abiertamente homosexuales que se besan y tienen sexo a la menor provocación, aunque sin ser demasiado explícita. Seguro que por eso decidieron - ahí vamos de nuevo- poner a esta cinta uno de los títulos más estúpidos de los que se tendrá memoria: "Una pareja dispareja". Gracias a esta genial idea para llevar a la gente a las (3) salas del país, y seguramente pensando en el antecedente de "Una pareja de idiotas" (Dumb and Dumber), la sala estuvo llena de adolescentes, niños y gente de la tercera edad que, estoy seguro, no tenían ni idea de lo que se metieron a ver.

I Love Phillip Morris se vale del recurso de contar una historia verídica e inverosímil, muy al estilo de un par de cintas que ya reseñé aquí: The Informant! (2009) y The Men Who Stare At Goats (2009); incluso, si mal no recuerdo, aquella tenía una leyenda parecida al comienzo de la cinta en cuestión: "Esto sucedió en realidad. ¡En verdad!"

Y sin embargo, I Love You Phillip Morris no es tan increíble como se publicita, pero sí resulta interesante y entretenida, aunque confusa porque no termina por definirse entre una comedia, un melodrama o una historia de amor, y es por ello que nunca termina por encontrar el tono adecuado.

No obstante, eso no impide que Jim Carrey vuelva a demostrar el tamaño de su talento por enésima vez, en esta ocasión como un estafador que no puede enderezar el camino hasta que conoce en la cárcel a Phillip Morris, encarnado por Ewan McGregor, quien cada vez parece más cómodo y versátil en los terrenos de la comedia, aunque aquí su papel es prácticamente de reparto, pues toda la cinta gira en torno a lo que pueda hacer Jim Carrey.

Y vaya que puede hacerlo todo. Nos hace reír con su comedia física que le ha dado fama, nos conmueve cuando su personaje demuestra amor, y nos convence de que es un hombre que busca enfrentar su naturaleza criminal por la más loable de las razones.

En pocas palabras, es una cinta muy digna del legado que nos dejará Carrey, y qué mejor que haciendo pareja con otro de los mejores actores de esta generación.

jueves, 1 de julio de 2010

Un viaje con La Oreja de Van Gogh

Un viaje al Mar Muerto es un documental que muestra lo que pasó cuando La Oreja de Van Gogh visitó Tel Aviv en 2009.

En este viaje, se encontrarán con bandas locales que les recuerdan a sus inicios, mientras que por alguna razón que no entiendo, hay secuencias donde personas que viven en la ciudad. Dicha decisión es tan incomprensible como que todas las bandas locales tocan géneros muy distintos a La Oreja, como hip hop o rock pesado.

También hay puentes musicales que básicamente son nuevos clips a piezas de su álbum sinfónico Nuestra Casa A La Izquierda Del Tiempo, los cuales se agradecen ya que la musicalización es también enigmática, pues no se entiende cómo es que de tantas canciones que ha hecho esta banda en más de diez años de historia, se utilicen apenas tres o cuatro, y dos de ellas con hartante insistencia.

Dicho esto, no me queda agregar que se trata de un documental mediano donde el director toma decisiones muy desacertadas, como ese horrible inicio y final que hasta pena ajena dan. Sólo la música y el carisma de los chicos salvan esto de un fracaso. Sólo para los muy fans.